¿Qué os parece si pintamos Zaqueo y a Jesús, y así terminamos de repasar la historia? Recordad, no se trata de ser grandes artistas -que algunos lo sois- sino de ponerle el corazón y hacerlo lo mejor posible. Aprender mientras nos divertimos y divertirnos aprendiendo. La belleza nos remite a Dios.
Más o menos así podría quedar la composición final:
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